16 marzo 2008

Donde la muerte no asusta

Te has encontrado alguna vez, con unos ojos que te lleven tan lejos, que te miren tan hondo, tan adentro, que te sientes desnudo y todo, todo lo demás desaparece?. Has puesto luego, esa desnudez en las propias manos del dueño de esos ojos?. Has sentido como se dilata cada poro debajo de las yemas de sus dedos?, cómo cabalga el pecho desbocado, como un jinete ausente de conciencia?. Han guardado la realidad en un cajón alguna vez? Han apretado el tiempo lamiendo su cintura? Han hecho de un minuto casi noventa lunas? Y ya trepados en la nube, bebiéndose de a dos cada gota de néctar liberado. Habiendo entrado allí, a lo más profundo de su esencia, habiéndose palpado el corazón por dentro, se encorvaron finalmente, en un grito llorado?, lo sintieron alguna vez?. Pues, la muerte, si la propia muerte deviniera en ese instante, no dejaría otra cosa que rastros de azules intensos en el aire.

Mª José Aldunate

2 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY BUENO. PRECIOSO¡¡¡¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Este poema es increible. Senzillamente inmesurable.

Gracias.
(Lloré escuchandolo en Malatinas)